Lugar para compartir dudas sobre la salud de nuestros pequeños. Evita recomendar medicamentos. Dormirsinllorar declina toda la responsabilidad del uso de la información obtenida en este espacio. MUY IMPORTANTE, no se pretende sustituir ninguna opinión medica, siempre acude a tu pediatra.

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por solecilla
#154226 dada la frecuencia con que surgen preguntas y polemicas alrededor de este tema, considero imprescindible un post it fijo en el que se reuna la mayor cantidad de información posible sobre el tema.


ANTE TODO QUIERO DEJAR CLARO QUE TANTO LA POSTURA DE LAS DOS MODERADORAS, COMO LA DE TODO EL "CUERPO TECNICO" DE ESTE FORO (Y NO SOLO DEL SUBFORO DE SALUD, ES COMPLETAMENTE FAVORABLE A LA VACUNACIÓN TAL Y COMO ESTÁ ESTABLECIDA POR EL COMITE DE VACUNAS DE LA AEPED, LA OMS Y DEMAS ORGANISMOS OFICIALES.

Y LO VOY A DEJAR CERRADO YA QUE NO QUIERO QUE SE TRANSFORME EN UN DEBATE, SINO EN UN POST IT INFORMATIVO. LAS QUE DESEEIS SOLICITAR INFORMACIÓN ADICIONAL, O AÑADIR COMENTARIOS, HACEDLO POR FAVOR EN UN MENSAJE NORMAL EN EL FORO.

iré añadiendo capitulos a medida que pueda. quiero que lo encabece la reflexión de guiomar, porque está hecha desde el punto de vista de una persona sensata, y no del mundo de la medicina.


1-. LOS ARBOLES DEL BOSQUE Y LAS VACUNAS (GUIOMAR)
2-. LAS VACUNAS POR CARLOS GONZALEZ
3-. EL TIMEROSAL Y EL AUTISMO
4-. FIABILIDAD DE LA VACUNA FRENTE AL NEUMOCOCO
5-. RELACIONAN VACUNA HEPATITIS B Y ESCLEROSIS MULTIPLE
6-. PANENCEFALITIS Y VACUNA SARAMPION (OMS)
Última edición por solecilla el Jue, 21 Jun 2007, 15:45, editado 4 veces en total

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por solecilla
#154228 Los árboles del bosque y las vacunas (GUIOMAR)



A veces los árboles no nos dejan ver el bosque y otras el bosque no nos deja ver los árboles. Cuando vemos a las personas y les ponemos nombres empezamos a ver la realidad con otros ojos. Cuando vemos a las mamás que han perdido a sus hijos, cuando vemos a los niños con secuelas, cuando conocemos casos donde un medicamento les ha hecho daño por alguna razón, … En fin, cuando las estadísticas dejan de ser números abstractos y lejanos y comienzan a afectarnos.
Cuando era niña los miércoles venía a coserle a mi madre una señora, ya mayor, Magdalena. A la señora Magdalena le costaba subir las escaleras y no podía ir en metro ni en autobús. Buena parte del salario se lo gastaba en el taxi que la traía cuando mi padre no podía llevarla o traerla. El lado derecho de su cuerpo estaba inerte. Cosía con la mano izquierda y siempre bromeaba sobre que las monjas decían que era hija del diablo por ser zurda. La mano derecha no le servía más que para sostener la tela siempre y cuando la llevara con su otra mano a la posición necesaria. Con la pierna izquierda pedaleaba la máquina de coser y la derecha la dejaba sobre un pequeño taburete. Recuerdo sus piernas hinchadas hasta reventar (una por la inactividad y la otra por el exceso de trabajo que tenía que realizar). Me contaba como se crió en un orfanato de monjas cuando sus padres se dieron cuenta de las secuelas que la polio le había dejado y que ahí, con las monjas, aprendió a coser y con eso se ganaba la vida. Bueno eso de ganarse la vida es mucho decir porque cosiendo ajeno, sin seguridad social ni nada no es que llevara una vida de reina precisamente.
En mi niñez también tenía una amiga, Carmen con un hermano autista, Alberto. Entonces decían nada más que era un retraso mental. El muchacho vivía en una institución internado buena parte del año y en vacaciones iba con la familia y en algunas ocasiones me invitaron a ir a la piscina con Alberto y los demás. Recuerdo que alguna que otra vez teníamos que defender a Alberto cuando algún señor mayor se enfadaba con él por salpicarle con agua. No era fácil hacer entender a la gente estas cosas y muchos no entendían que le dejaran salir de vacaciones con su familia.
Hace algunos años por motivos que no vienen al caso conocí a niños con secuelas de enfermedades por neumococo. Al niño que mejor le había ido tuvo una meningitis y gracias a Dios no tuvo secuelas, pero sus padres se arruinaron pagando médicos y hospitales. La madre me contaba un día, que cuando después de un mes de estar en el hospital llegó con su hijo a casa se sentía como un medallista olímpico. ¡Habían ganado la batalla! Y me contaba también con lágrimas en los ojos que su hija de tres años y medio había dejado de decirle mamá para ser simplemente “señorita”. Durante un mes y medio la llamó señorita y se negó a dormir en casa con ella.
A la que peor le fue, no la conocí, conocí a su papá que llorando me decía: “Un 23F, un 23F, ¡está en la vacuna! ¿Por qué el pediatra no me dijo que podía vacunar a mi hija?” El pediatra no le dijo que hubiera una vacuna seguramente porque pensó que era muy cara o que su efectividad no estaba muy demostrada o vaya usted a saber por qué… Pero el padre se enteró dos meses después de la muerte de su hija de meses que una vacuna le podía haber salvado la vida.
Estos casos que cuento le pasan a gente como nosotros, la clase media normal de una ciudad media en cualquier parte del mundo. Puedo también narrar otras historias más terroríficas de niños que mueren de sarampión, de rubeola e incluso de varicela en lugares recónditos de mi país.
Solo de neumococo mueren 1500, de rotavirus muchísimos más, es una de las principales causas de mortalidad infantil. Como en todo, los pobres mueren primero. ¿Por qué? Porque el médico está más lejos, no es un médico especialista, no hay medicinas adecuadas, por no haber caminos pavimentados ni agua potable. Así me encontré una vez una señora que me dijo que a su bebé se lo había llevado Dios por una neumonía (neumonía por cierto, vacunable). Los pobres ni lloran la muerte de sus hijos. Si preguntas a las mujeres de la sierra cuántos hijos tiene te dirá: me nacieron diez o doce o los que sean y Dios quiso a tantos para sí. A lo mejor por eso en México se celebra tan a lo grande los tres años. Porque es la primera gran victoria sobre la muerte. Y a esas edades los niños se mueren de infecciones, infecciones prevenibles con vacunas o curables en hospitales.
En el otro lado de la balanza está mi amigo Alberto. Debe ser ahora un hombre de unos 40 años con un autismo severo. Supongo que sus padres maldicen cada día la enfermedad de su hijo, el descuido en el hospital y mil cosas más. Sus hermanos crecieron con el estigma tan frecuente en aquellos tiempos de tener un hermano “retrasado”. Es imperdonable que no se hubiera investigado lo suficiente para prevenir estos casos. Imperdonable que se usaran vehículos que se sabe altamente tóxicos pero afortunadamente las cosas están cambiando. Cada vez sabemos más, no sólo los científicos ni las compañías farmacéuticas, también los pacientes. Es nuestro deber como padres estar alerta, investigar, aprender, defender y proteger a nuestros hijos. Estamos obligados por el conocimiento que tenemos a no comulgar con ruedas de molino, a buscar segundas opiniones y terceras y cuartas. Estamos obligados a aprender con nuestros hijos sobre las enfermedades que tienen y cómo tratarlas. Y estamos obligados también a protegerles. Y no solo a nuestros hijos, sino a todos los hijos de todos los padres. Si maltratan a un niño debemos denunciarlo, si un niño no va a la escuela o no lleva zapatos debemos denunciarlo, si un niño está enfermo y no es atendido debemos actuar. Si no vacunamos a nuestros hijos dejamos de actuar, dejamos de denunciar, nos dejamos llevar nada más por la visión de uno de los lados de la balanza. ¡Ojalá las vacunas no fueran necesarias! ¡Ojalá existiera una vacuna contra la desnutrición, contra la miseria, contra la pobreza! De todo esto parece que mis hijos y los tuyos están protegidos. Seguramente a tu hijo nunca le dará Polio y difícilmente contraerá una hepatitis A no ser que se le ocurra, como a mi marido, ir a hacer trabajo social a una de las zonas más pobres de México y con sus treinta y tantos años se pasó dos meses en la cama por una vacuna que no se puso. O a no ser como conocí a una Señora de las Lomas (la colonia más rica de la Ciudad de México) que ingresó a su hijita con tuberculosis porque la mucama que la cuidaba era de un rancho refundido y en una visita a sus propios hijos se trajo la tuberculosis a Las Lomas. ¿Paradójico? No, se llaman migraciones. Los españoles trajimos a México la Viruela que llegó con Cortés y mató a muchos más que la Conquista. Hoy las enfermedades viajan como antes, pero más rápido. La viruela llegó a México en barco. La última epidemia de gripe en Hong Kong llegó en avión.
Pero las vacunas funcionan con algo que se llama efecto rebaño. O sea, si de una población de cien niños se vacunan 98 porque a los otros dos es muy difícil llegar, esos dos estarán protegidos porque los demás se vacunaros. Esa es una de las grandes cualidades de las vacunas. Si no vacunas a tu hijo pero tus vecinos sí tu hijo estará protegido. Claro, a no ser que a tu hijo le de por viajar a Sudán o a Tailandia y entonces las cosas cambiarán porque ya no estarán vacunados 98 sino 78 y las cosas cambian. Las posibilidades de enfermarse crecen.
No somos dueños del futuro de nuestros hijos. No sabemos qué harán ni dónde irán. Pero podemos intentar protegerles lo mejor posible. Tampoco sabemos de quién se enamorarán o con quién irán al fútbol. Un famoso matemático habla de la regla del seis. O sea que todos los seres humanos estamos relacionados cuando mucho a través de seis personas que conocemos. No es mucho si contamos todos los que somos, ¿verdad? Y los virus y las bacterias se mueven así pero mucho más rápido y crecen de manera exponencial y sufren mutaciones vertiginosas. Tantas que la vacuna contra la gripe es anual porque solo es posible tratar de proteger a la gente un año. Los científicos no saben que cepa será la más virulenta o la más peligrosa dentro de cinco años.
Hace pocos días llevé a Almudena a vacunar. Con sus cuatro años ya no es fácil convencerla. Sabía que los piquetes de las vacunas duelen. Le expliqué lo mejor que pude que las vacunas son bichitos malos muy débiles, muy “pochos” que sirven para que los soldaditos buenos del cuerpo aprendan cómo defenderse de un ataque masivo de bichitos malos. Creo que mi explicación fue demasiado complicada y no la convenció mucho… pero se dejó vacunar.
Unos días después pasé con los niños por un semáforo por el que circulo casi todas las mañanas. Allí, un joven con unas espantosas secuelas de Polio pide limosna y saluda a los que le dan dándoles la mano y deseando un buen día. Todas las mañanas le doy lo suficiente para un taco. Me vio con los niños y pasó a saludar. Mi marido le dio unos pesos y mis hijos se quedaron mirando con unos ojos como platos… “¿Qué tiene, mamá?” “Son secuelas de Polio, hija, por no vacunarse”. Y Almudena entonces entendió la importancia que tuvo su valor para dejarse vacunar y no llorar. Como su madre estoy orgullosa de su valor frente al piquete, de que se dejara vacunar, de que no llorara y de que aguantara estoicamente el dolor de brazo que le duró un par de días. Pero también estoy orgullosa de mí, como su madre por llevarla a vacunar. Por informarme, por estudiar, por ver cuál era la mejor vacuna (en su caso triple vírica Vs triple vírica acelular; Polio oral Vs. Polio inactivada). Cumplí con mi obligación: me informé, estudié y tomé una decisión (aunque fuera más cara para mi bolsillo) por lo que creo que es una obligación para con mis hijos: protegerles y enseñarles a protegerse.
Sí, yo opté por vacunar a mis hijos. Después de cumplir con mi obligación de informarme. Después de leer los pros y los contras. No sólo los que aparecen en las publicaciones amarillistas, ni en las notas rojas, sino lo que dice el Lancet y el Paediatrics, la OMS y la AEPED y lo que dicen expertos como Jorge Walker, que se posiciona en contra con argumentos,… Es decir, traté de ver el bosque además de ver los árboles que tengo a mi lado. He optado por vacunar a mis hijos. He cumplido con mi obligación como madre de informarme y he tomado la decisión que creo mejor para mis hijos y para los hijos de otros padres. Si todos nos vacunamos las vacunas nos protegen a todos, hasta a los no vacunados (así despareció la viruela). Si muchos dejamos de vacunarnos los más vulnerables, serán los primeros en caer. Probablemente no sean mis hijos los que caigan o al menos los que tengan la caída más estrepitosa, pero los hijos de otros caerán, seguro que caerán.

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por solecilla
#154230 LAS VACUNAS: COSAS QUE NO SON CIERTAS (CARLOS GONZALEZ)

Vacunas: Cosas que se dicen y no son ciertas

Las vacunas protegen a los niños para toda la vida de enfermedades que pueden dejar graves secuelas o incluso causar la muerte.Desde hace un tiempo es relativamente fácil encontrar familias que no quieren vacunar a sus hijos. Habitualmente han leído información incompleta, exagerada o simplemente falsa en algunos libros y en ciertas páginas de internet.

En este artículo intentaremos desmentir algunos de esos mitos. Sólo algunos, porque los errores que dan vueltas por ahí son muchos, y desmentirlos todos con detalle requeriría un libro entero.


Esas enfermedades casi han desaparecido en los países industrializados porque se vacuna a los niños. Pero podrían volver si se dejase de vacunar. Por eso los gobiernos siguen gastándose el dinero en vacunas. Si pudieran ahorrárselas, se las ahorrarían. En los países del Este, por ejemplo, disminuyó la tasa de vacunaciones con la caída del régimen comunista. En 1993 hubo en Rusia una epidemia de difteria, con 15.000 enfermos y 470 muertos.

Existen muchas vacunas, además de las que están en el calendario oficial de vacunación. No se administran todas, sino solo las más adecuadas a los riesgos de cada país. En España no nos vacunamos de la encefalitis japonesa (en Japón sí, por supuesto). La primera vacuna que se inventó fue la de la viruela. Resultó tan eficaz que se consiguió erradicar la enfermedad en todo el mundo. Hace décadas que no se vacuna de la viruela en ningún país del mundo, ya no es necesario. La viruela se pudo erradicar porque solo afecta al ser humano, y porque el virus no puede mantenerse vivo fuera de un individuo enfermo. Por desgracia, la mayoría de las enfermedades no cumplen estos requisitos; los microbios se pueden transmitir por animales, o permanecer durante años en el suelo, y por tanto jamás se podrán eliminar.

Las vacunas cuestan dinero, pero nos las ponen gratis. Es absurdo pensar que el gobierno va a gastar dinero en vacunas que no se consideran muy necesarias. Es lo que ocurre con la gripe: cada otoño se hace una campaña para que se vacunen los ancianos y algunos enfermos crónicos. ¿Por qué no vacunar a todo el mundo? ¿Es que los jóvenes no pueden tener la gripe? No, lo que ocurre es que un joven pasa la gripe en su casa, mientras que un anciano puede que necesite ingresar en el hospital. Al joven le convendría vacunarse, pero el gobierno no ve necesario regalarle la vacuna. A veces se oye decir que el sarampión es una enfermedad leve, que antes no se vacunaba y todos lo pasábamos. Es cierto, pero muchos morían. En la última epidemia de sarampión en Holanda (1999-2000) hubo casi 3.000 enfermos, algunos con complicaciones graves: 130 casos de neumonía, 5 casos de encefalitis (infección del cerebro) y 3 muertos.

Cada año mueren en el mundo más de 700.000 niños por el sarampión; incluso en Europa, entre niños bien nutridos, muere uno de cada 1.000 enfermos. El que los otros 999 sobrevivan no nos debe dar la impresión de que sea una enfermedad sin importancia.



En cualquier farmacia (y no digamos en una parafarmacia) podemos encontrar cientos de productos que no son útiles para mejorar la salud: cremas y productos de belleza, suplementos nutricionales, tónicos y reconstituyentes... Podemos comprarlos, si lo deseamos, pero ningún gobierno del mundo nos los va a regalar. UNICEF ha preparado un interesante documento, el Immunization summary, que contiene, entre otros datos, el calendario de vacunaciones y el porcentaje de niños vacunados en los distintos países del mundo (está publicado en internet). En este documento se observa que países como Cuba, Corea del Norte o la República Islámica de Irán tienen calendarios muy similares al nuestro y tasas de vacunación altísimas. ¿Estarán ellos también al servicio de los laboratorios farmacéuticos? Por cierto, Cuba es un importante exportador de vacunas, gracias al excelente trabajo científico del Instituto Finlay de La Habana.



La edad de vacunación depende del equilibrio entre dos factores. Si se ponen demasiado pronto, a veces no son efectivas, porque el sistema inmunitario del bebé todavía no responde (si no fuera por ese problema, se pondrían todas las vacunas al nacer, en el hospital, y asunto resuelto). Si se ponen demasiado tarde, aumenta el riesgo de que el niño enferme antes de vacunarlo. Por eso los países africanos suelen poner las vacunas un poco antes que los europeos, mientras que los países nórdicos (con un excelente sistema sanitario, para atajar cualquier posible brote) se permiten el lujo de empezar un mes más tarde e incluso de poner una dosis menos de la serie básica (difteria, tétanos, tosferina y polio). Pero, en general, mes arriba o mes abajo, el calendario vacunal de todos los países del mundo es muy similar. Cuando el riesgo de infección es mayor, es preciso adelantar las vacunas.

Un reciente brote de sarampión en Barcelona obligó a adelantar temporalmente la vacuna triple vírica de los 15 a los 9 meses. En algunos sitios se puede leer que en Japón no vacunan a los niños hasta los dos años. Es falso. Tal como se muestra en la web de su Ministerio de Salud, los niños japoneses reciben antes del año dos dosis de polio oral y tres de difteria, tétanos y tosferina. Retrasar las vacunas o ponerlas después del año (o de los dos años) significa exponer al niño a un peligro de infección. Y las vacunas no son «demasiado fuertes» para bebés tan pequeños, y tampoco «sobrecargan» su sistema inmunitario ni nada por el estilo. En realidad, a las pocas horas de nacer un bebé ya está invadido por millones de microbios de cientos de especies distintas; las vacunas solo añaden unos pocos microbios más, y encima muertos (o «medio muertos», en el caso de la triple vírica).



Normalmente no. En los últimos brotes de sarampión en Holanda y en Barcelona, que antes mencionamos, casi todos los afectados estaban sin vacunar. Pero en algún caso podría ocurrir que una parte importante, incluso la mayoría de los enfermos en una epidemia, estuvieran vacunados. Es muy fácil esgrimir ese dato como si fuera la «prueba» de que la vacuna es inútil, incluso peligrosa. Pero unos sencillos cálculos demuestran que no es así, ni mucho menos. Supongamos que, en cierto país, el 97% de los niños están vacunados, y supongamos que la cosa está repartida uniformemente. En cualquier pueblo, en cualquier barrio, en cualquier escuela, el 97% de los niños están vacunados.

Supongamos que la vacuna es completamente inútil. Hay una epidemia. Enferman miles de niños. ¿Cuántos de ellos estarán vacunados? ¡Pues el 97%, por supuesto! Por cada 3 enfermos sin vacunar, encontramos 97 enfermos vacunados. Si en vez de un 97% encontramos un 91% de enfermos vacunados, quiere decir que la vacuna ha sido eficaz. Y no hay que pensar que se trata de «una pequeña reducción del 6%», no se calcula así. A los 9 enfermos sin vacunar, manteniendo la proporción 97:3, corresponderían 291 enfermos vacunados. Como en vez de 291 hay sólo 91, se han evitado 200 casos, y la reducción (la eficacia de la vacuna) es de casi el 69%. Una reducción así ya sería suficiente motivo para vacunar a los niños, pero, en realidad, la eficacia de las vacunas es muy superior.

¿Y si en la epidemia el 52% de los enfermos están vacunados? Por 48 casos sin vacunar hubiéramos esperado 1.552 enfermos vacunados; se han evitado 1.500 casos, y la eficacia de la vacuna supera el 96%. Muchísimos, pero todavía habrá quien diga: «La vacuna no hace nada: ¡total, la mayoría de los enfermos estaban vacunados!». La ignorancia es atrevida.



Antes de usar masivamente cualquier vacuna se han hecho numerosos estudios durante décadas, en el laboratorio, en animales y en voluntarios adultos para comprobar su eficacia y su seguridad. Y antes de juntar una nueva vacuna con otras ya existentes, para administrarlas al mismo tiempo, se tienen que volver a hacer nuevos estudios, para demostrar que juntas son igual de eficaces y tienen tan pocos efectos secundarios como separadas.

Las vacunas se juntan por comodidad, por motivos económicos y ecológicos (las jeringuillas también cuestan dinero y contaminan), y sobre todo, por ahorrarle algunos pinchazos al niño.



Los efectos secundarios de las vacunas son bien conocidos, y nadie pretende ocultarlos. Sería completamente contrario a la costumbre habitual de los laboratorios farmacéuticos, que a veces parece que más que ocultar los efectos secundarios, los exageran. Leer el prospecto de cualquier simple analgésico, antibiótico o anticonceptivo casi da miedo.

Algunas personas acusan a las vacunas de producir alergia, muerte súbita o autismo. ¿Qué hay de verdad en ello?

Alergias
Puede haber, por supuesto, algunos niños alérgicos a alguna vacuna determinada, lo mismo que hay alérgicos al polen, a las fresas o a la leche. Es cierto que en los últimos años están aumentando las enfermedades alérgicas. Pero la causa no son las vacunas.

Se cree que dos de los principales factores que causan el aumento de las alergias son la contaminación atmosférica (en especial las partículas emitidas por los motores diesel) y el exceso de higiene: privado de microbios contra los que luchar, el sistema inmunitario se pone a luchar contra el polen, el polvo... Se podría pensar que las vacunas, al fomentar la aparición de anticuerpos útiles (contra el tétanos, contra la polio...) podrían más bien disminuir los anticuerpos inútiles y por tanto las alergias... pero no es así. En numerosos estudios no se ha encontrado relación entre vacunas y alergia, ni para bien ni para mal.

Muerte súbita
La muerte súbita del lactante se produce, por definición, durante el primer año. La mayoría de los casos ocurren durante los primeros seis meses. Y en ese tiempo, los niños reciben varias vacunas (más o menos una cada ocho semanas). Si una de cada ocho semanas es «la semana después de vacunarse», es lógico que uno de cada ocho casos de muerte súbita se produzca en esa semana, por pura coincidencia. En realidad, detallados estudios científicos indican que la relación es más bien la contraria: la vacunación parece disminuir el riesgo de muerte súbita, no se sabe por qué mecanismo.

Autismo
Algunos científicos habían sugerido una posible relación entre el autismo y la vacuna triple vírica o entre el autismo y el mercurio que se usa como conservante en algunas vacunas. Rápidamente se realizaron estudios completos y detallados en distintos países, y no se ha encontrado ninguna relación entre las vacunas y el autismo. Por desgracia, los grupos que están en contra de las vacunas se apresuraron a airear las primeras alarmas, pero no se dieron por enterados del desmentido

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por solecilla
#154243 EL THIMEROSAL DE LAS VACUNAS Y EL AUTISMO


los que argumentan la ausencia de estudios para seguir hablando de esta asociación mienten: no faltan estudios. hay multitud de estudiso realizados en diversas partes del mundo, y ninguno de ellos avala esta teoria. ninguno de todos los realizados. aquí recopilo algunos de ellos

Más sobre vacuna triple vírica y autismo
Introducción


Si vinieras a un pequeño pueblo de Oxfordshire durante el día y contaras el número de luces encendidas, encontrarías pocas. Si vinieras por la noche, encontrarías muchas. Una conclusión podría ser que encender las luces ha originado la oscuridad. Parte del debate sobre la vacuna triple vírica y el autismo (Bandolier 84)implica una observación similar, que el autismo era raro y ahora es frecuente, y que la vacuna triple vírica era rara y ahora es frecuente. Por tanto, la vacuna triple vírica causa autismo!!

Podría tratarse de algo más complicado. Dos nuevos estudios [1,2] han examinado la relación temporal entre las tasas de vacunación con triple vírica y el autismo. El autismo está aumentando a pesar de que las tasas de vacunación con triple vírica se mantienen elevadas pero estables.


Estudio del Reino Unido


Un estudio de Boston utiliza la Base de Datos sobre Investigación en Medicina General del Reino Unido. Se identificaron 305 niños (254 eran varones) de 12 años de edad máxima cuyo diagnóstico de autismo hubiera sido registrado por primera vez entre 1988 y 1999. La edad más frecuente de diagnóstico era a los 3 y 4 años pero un importante número de casos habían sido diagnosticados en niños con 6 años o más. El número de casos y la incidencia del autismo se incrementaron sustancialmente y de forma constante a lo largo del período de estudio (Figura).


Figura: Número total de casos de autismo e incidencia por 10.000 personas y año en Reino Unido.







El estudio incluye un análisis detallado de 114 varones nacidos entre 1988-1993 con un primer diagnóstico de autismo registrado entre los 2 y los 5 años de edad. El riesgo de autismo diagnosticado en los cuatro años de estudio se incrementó, del 8 por mil para los nacidos en 1988, al 29 por mil para los nacidos en 1993, mientras que las tasas de vacunación con triple vírica se mantuvieron constantes en torno al 97%.


Estudio de California


Este estudio utiliza los datos de 21 Centros Regionales, que cubren la totalidad de California, correspondientes al período 1980-1994. Las tasas de vacunación con triple vírica a los dos años de edad se hallaban en torno al 72% antes de 1988 y en torno al 82% posteriormente, utilizando el mismo compuesto desde 1979. Durante este período, el número de casos de autismo, unos 200 en 1980, se vio incrementado de inexorablemente hasta los 1200 casos en 1994. La tendencia creciente de los casos de autismo en California persistió largo tiempo tras la introducción de la vacunación con triple vírica y no se vio afectada por el modesto incremento de las tasas de inmunización a mediados de los años 80.


Comentario


Esta continua tendencia ascendente del autismo desde finales de los años 70 o principios de los 80 había sido descrita anteriormente en un estudio en la Región North Thames [3]. Ahora disponemos de tres estudios y todos muestran que dicho inexorable aumento no depende de que las tasas de inmunización sean elevadas y uniformes o muy elevadas y en ascenso. La vacuna triple vírica ha estado disponible y se ha usado durante años. Ninguna de estos estudios apoya, y todos rechazan que el autismo esté causado por la vacunación con triple vírica o que ésta sea responsable del aumento de casos de autismo. Lo que estos estudios confirman es que los casos de autismo, especialmente en varones, están aumentando. No sabemos el porqué. Está previsto realizar un estudio de casos y controles usando la Base de Datos sobre Investigación en Medicina General del Reino Unido (UKGPRD) [4]. El objetivo principal es analizar la relación entre la vacunación con triple vírica y el autismo, pero puede proporcionar pistas sobre posibles asociaciones entre factores ambientales o de otro tipo y el autismo.


Traducido por


Gloria de la Rosa


REFERENCIAS


JA Kaye et al. Mumps, measles, and rubella vaccine and the incidence of autism recorded by general practitioners: a time trend survey BMJ 2001;322:322:460-3.


L Dales et al. Time trends in autism and in MMR immunization coverage in California JAMA 2001;285:1183-5.


B Taylor et al. Autism and measles, mumps, and rubella vaccine: no epidemiological evidence for a causal association Lancet 1999;353:2026-9.


L Smeeth et al. A case-control study of autism and mumps-measles-rubella vaccination using the general practice research database: design and methodology BMC Public Health 2001;1:2.

http://212.169.42.7/newgenClibPlus/ASP/ ... searchfor_
_________________
Triple Vírica y autismo. Conferencia en EE.UU.

Introducción


Gran Bretaña ha sufrido en las pasadas semanas una exagerada avalancha de información alarmista en los medios de comunicación acerca de la seguridad de la vacuna triple vírica. Algunas personas nos dan su punto de vista, otras presentan los hechos, y luego el presentador nos dice que de todo lo dicho no se saca nada en claro. Es una pena, porque hay muchas cosas que aclarar. Ahora mismo hay demasiado acaloramiento y no hay luz suficiente sobre el tema.

Así que, buscando la reflexión calmada y el buen sentido común de medicos, científicos, padres y politicos, crucemos el charco a los Estados Unidos y veamos como podemos manejar mejor estas cosas. En Junio de 2000, patrocinada por los Centros de Control de Enfermedades y Prevención (CDC), la Academia Americana de Pediatría (AAP) convocó una conferencia sobre "Nuevos desafíos en la inmunización infantil" en Illinois. A la conferencia asistieron representantes de varios comités pediátricos, padres, médicos y científicos, con un panel multidisciplinario de expertos para revisar la evidencia de lo que se sabe sobre patogénesis, epidemiología y genética del espectro de enfermedades autistas. y lo que se conoce sobre la supuesta relación entre enfermedad inflamatoria intestinal, sarampión y la vacuna triple vírica.

El informe [1] puede descargarse desde el sitio web de Pediatrícs, y el URL está más abajo. Tiene 23 páginas, pero no tiene desperdicio. Es comprensible y está bien documentado, aunque es humilde y delicado a la vez. Algunos de los resultados y conclusiones están en la Tabla 1. El documento trata todos los aspectos del autismo y la vacunación contra el sarampión, y especialmente la relación con la triple vírica. La aplicación de los criterios de causalidad es particularmente útil, y hay una voluminosa lista de referencias.


Tabla 1: Conclusiones

En particular, el informe llama a una mayor y mejor investigación para entender y prevenir enfermedades del espectro autista, e identifica áreas para posterior estudio, que incluyen:
Factores asociados con enfermedades del espectro autista, incluyendo factores genéticos y exposiciones ambientales intra-útero y durante los primeros meses de vida. .
La naturaleza e incidencia de la regresión en el espectro de enfermedades autistas.
Estudios epidemiológicos para determinar si hay cambios en la incidencia y prevalencia del autismo, y para identificar factores de riesgo.
Si el sarampión u otros virus persisten después de la infección o la vacunación.
Factores responsables de las diferencias en los parámetros inmunológicos entre personas con enfermedades del espectro autista y las no afectadas.
Si hay evidencia de agentes infecciosos no reconocidos previamente que afectan al sistema nervioso central de personas con enfermedades del espectro autista.

Leyendo y entendiendo este documento se beneficiarán enormemente los profesionales de salud que manejan las vacunaciones infantiles. Su lenguaje también es accesible para los padres. Puede que no sea la lectura mas fácil para cualquiera de nosotros, pero todos nosotros nos podemos beneficiar de ella. También podemos encontrar más en el sitio web del CDC en http://www.cdc.gov/nip/vacsafe/concerns/autism/.

Quizá la lección más importante de la conferencia sea que los esfuerzos deben ser menores en probar la ausencia de relación entre triple vírica y autismo, y mayores en encontrar las causas del autismo y hacer algo al respecto.


Traducido por


Luis Rubio Toledano. Médico de Familia. Getafe (Madrid)


REFERENCIAS


NA Halsey et al. Measles-mumps-rubella vaccine and autistic spectrum disorder: a report from the New Challenges in Childhood Immunizations conference convened in Oak Brook, Illinois, June 12-13, 2000. Pediatrics 2000;107:E84.


http://212.169.42.7/newgenClibPlus/ASP/ ... searchfor_
_________________
Vacunación con Triple Vírica (TV)
Introducción


Más "movidas" de los medios de comunicación sobre la vacunación con la triple vírica (TV) en niños y la "asociación" de dicha vacunación con el autismo y la enfermedad inflamatoria intestinal. Material aterrador, pero mucho ruido y pocas nueces. Un colaborador informal de Bandolera nos pidió que estudiásemos la evidencia disponible. Hay mucha, principalmente un trabajo ejemplar de salud pública en Finlandia, y muestra concluyentemente que la vacunación con TV no causa autismo o problemas del intestino.


Antecedentes


En Finlandia, gran parte del impulso para la inmunización vino del gran número de reclutas y soldados que enfermaban por estas enfermedades. En la época anterior a la inmunización más de una cuarta parte de los mismos de ellos presentaban un cuadro clínico de paperas y un tercio de ellos tenían orquitis, de los cuales una cuarta parte tenían orquitis bilateral y un cuarta parte de ellos quedaron estériles. Las paperas adquiridas durante el servicio militar eran una causa mayor de esterilidad, y una causa mayor de deterioro del oído en niños y, posteriormente, de sordera.

La rubeola también era frecuente, aproximadamente 1 caso por 1000 personas año. Había también una asociación con el deterioro auditivo en los niños y el síndrome de la rubéola congénita era un problema. Como recordatorio a aquéllos que se olvidan que las enfermedades infecciosas no son meramente inoportunas, cuando la infección de la rubeola ocurre durante el embarazo, sobre todo durante el primer trimestre, es probable la infección del feto y a menudo ocasiona el síndrome de la rubéola congénita (SRC), produciendo abortos, nacidos muertos y severos defectos congénitos. Hasta un 20% de los niños nacidos de madres infectadas durante la primera mitad del embarazo presentan SRC. Los defectos congénitos más comunes son las cataratas, cardiopatía, sordera sensoneural y retraso mental.


Programa y seguimiento


A partir de 1982 se produjo un mayor esfuerzo en la política de vacunaciones utilizando una vacuna TV (casi siempre la producida por Merck" &" Co y que es conocida por diferentes nombres según los paises). El programa involucra 1000 centros de salud infantiles, programas de alcance, y a los reclutas militares. Dos millones de personas (40% de la población) han recibido 3.5 millones de dosis, con una cobertura superior al 95%.

Está en marcha un sistema de información nacional para las paperas, sarampión y rubeola, auspiciado por el Instituto de Salud Público Nacional. La confirmación serológica de los casos informados ha sido un requisito desde 1987.


Resultados


El número de casos de sarampión osciló alrededor de los 15.000 durante las décadas anteriores a la introducción de un programa de la vacunación. A partir de 1985 el número de casos era muy pequeño y en 1996 cayó a cero [1]. Para las paperas y rubeola, el número de casos era de unos pocos miles a unas pocas decenas de miles por año, pero disminuyó de manera muy importante después de la introducción de la vacuna TV, a unos pocos cientos o decenas (Figura 1), y desde 1997 no ha habido ningún caso excepto importados de fuera de Finlandia [2].

Medir la eliminación de una enfermedad usando programas de vacunación es un problema epidemiológico. Uno problema más arduo, y donde se genera el debate, proviene del desafío que representa para la epidemiología el mostrar que las vacunas por si mismas no causan ningún daño importante. Los efectos secundarios comunes, menores y reversibles (fiebre, malestar), son una faceta del problema. Los efectos secundarios raros, mayores e irreversibles (autismo, enfermedad inflamatoria del intestino) son otra.

Para abordar los dos de una manera eficaz, el Consejo Nacional Finlandés de Salud y Salud Pública implantó en todo el país un amplio sistema de vigilancia a largo plazo para descubrir los efectos secundarios importantes asociados con la TV[3]. El sistema fue diseñado para identificar todos los sucesos que eran demasiado raros para haber sido identificado en un estudio transversal ciego en 1200 gemelos. Antes de comenzar el proyecto se organizaron seminarios para especialistas en salud pública y otros profesionales implicados. y se elaboraron materiales, disponibles en ambos idiomas oficiales (finlandés y sueco). Había también información pública.

En el caso de un posible suceso adverso serio (definido como cualquier asociación temporal, sin límite de tiempo, entre la vacuna TV y un desorden amenazante para la vida, reagudización de una enfermedad crónica o ingreso hospitalario), se remitía a una oficina central un formulario cumplimentado con una muestra de suero. Un segundo formulario y una segunda muestra se enviaban dos semanas después. Las formularios, sobres y tubos para la recogida de la muestra estaban disponibles en los centros de salud infantiles y en los hospitales.


Resultados


El número total de sucesos registrados asociados a la vacunación en 1.8 millones de personas que habían recibido 3 millones de vacunaciones fueron 437. De éstos, los sucesos adversos potencialmente importantes ocurrieron en 169 personas, 79 de las cuales acudieron al hospital. Estas 169 personas se sometieron a una revisión exhaustiva.

En la tabla adjunta se muestran los detalles de los sucesos adversos potencialmente graves. Aproximadamente la mitad de los sucesos adversos registrados podían atribuirse, sobre la base de análisis clínicos, serológicos o epidemiológicos, a otros factores ( por ejemplo a otras vacunaciones administradas simultáneamente con la TV).
Ningún suceso tenía una incidencia superior a 1 caso por 100,000 dosis de vacuna. No había ningún caso de autismo, ni de colitis ulcerosa, enfermedad de Crohn o cualquier desorden crónico que afectan el tracto gastrointestinal.


Tabla: Vacunación de MMR en Finlandia - todos los efectos adversos potencialmente serios en 1.8 millones de personas tras la administración de 3 millones de dosis de vacuna.








Otra evidencia


Otra evidencia que rechaza una relación causal entre la vacuna TV y el autismo proviene de un estudio retrospectivo de aproximadamente 500 casos de autismo en North Thames [4]. Se identificaron los archivos de niños con desórdenes autistas nacidos desde 1979 y se examinó su historial clínico. Los datos de inmunización se obtuvieron de un registro informatizado diferente.

Los resultados muestran que la incidencia de autismo (autismo, autismo atípico y síndrome de Asperger) aumenta desde niveles bajos en 1979 a niveles mucho más altos a comienzos de los 1990. Esta tendencia era continua, sin evidencia de un salto después de la introducción de la TV en 1987. No había ninguna diferencia en la edad al diagnóstico entre los vacunados con TV y los no vacunados. Ningún otro análisis mostró cualquier clase de asociación entre el autismo y vacunación con TV. No había ningún cluster temporal entre la vacunación de TV y diagnóstico de autismo.


Comentario


Siempre que vayamos a vacunar a un niño debemos ser conscientes de que hay un balance entre beneficio y daño, como en cualquier intervención médica. El daño potencial de una enfermedad infecciosa como el sarampión, las paperas y la rubeola es significativo. Los niños no vacunados que contraen estas enfermedades tienen un riesgo potencial de presentar un daño serio y duradero. La historia de las paperas y de la rubeola en Finlandia [2] produce escalofríos al leer la letanía de daños que estas enfermedades infecciosas produjeron.

Los efectos de sarampión pueden observarse en un reciente brote en Irlanda. El Centro Nacional Irlandés de Vigilancia de Enfermedades registró más de 1220 casos de sarampión en el 2000; dos niños en Dublín Norte fallecieron. Hay también un informe de un brote epidémico en los Países Bajos. Se detectaron más de 2300 casos entre los miembros de una comunidad opuesta filosóficamente a la vacunación. Tres niños fallecieron, 53 fueron hospitalizados y cuatro desarrollaron encefalitis. Esto significa una muerte por cada 700 niños infectados con sarampión en países con alguno de los mejores servicios de salud del mundo.

En contraste, el daño es mucho, mucho menos común. En el estudio finlandés [3] no había más de tres efectos adversos para cada 100,000 dosis de vacunas. Incluso si estos efectos adversos hubieran podido ser mejor evitados, el balance entre beneficio y daño está muchísimo más en el lado de beneficio. No había ningún caso de autismo en 1.8 millones de personas inmunizados. No había ningún caso de enfermedad inflamatoria del intestino.

La regla de tres (Bandolier 23) nos dice que podemos estar seguros , con un 95% de confianza, de que el autismo o la enfermedad inflamatoria del intestino ocurre con una frecuencia no superior a 1 cada 600,000 casos de vacunación de TV.
Y ésta es una evidencia buena, sólida. El estudio era prospectivo. El estudio era amplio. El estudio tenía un largo seguimiento (14 años). El estudio no tenía ningún punto de corte artificial para padres o profesionales para relacionar cualquier problema de la niñez con la vacunación TV. Y era grande, y apoyado por otros estudios epidemiológicos [4].

La evidencia empleada para relacionar la vacunación TV al autismo y a la enfermedad inflamatoria del intestino [5] hace referencia a 12 niños que presentaron pérdida de habilidades más problemas gastrointestinales. Esto era asociado por los padres con la vacunación TV en ocho casos. Los propios autores dicen que ellos no pudieron demostrar una relación, que en cualquier caso sería difícil, dado que ocho o nueve de cada 10 niños se vacunan con TV.

Finlandia es un pequeño condado en el que es posible estar en contacto con héroes (compartiendo los lugares donde bebía Sibelius u olfateando el tabaco en el estudio de Mannerheim). Quizás la lección es que debemos tomarnos en serio las preocupaciones de las personas sobre los efectos adversos de los cuidados de salud. Las personas respetarían más los cuidados de salud si se hicieran grandes estudios prospectivos para recoger información sobre efectos secundarios raros pero importantes. También debe tener presente que hay más de una vacuna TV. El estudio finlandés se refiere sólo a una de ellas. Una vacuna se retiró al comienzo de la década de los 90 [6], y el estudio epidemiológico de UK [5] no da la marca de la vacunas utilizada.


Bibliografía:


1 H Peltola et al. No measles in Finland. Lancet 1997 350: 1364-5.

2 H Peltola et al. Mumps and rubella eliminated from Finland. JAMA 2000 284: 2643-2647.

3 A Patja et al. Serious adverse events after measles-mumps-rubella vaccination during a fourteen-year prospective follow up. Pediatric Infectious Diseases Journal 2000 19: 1127-1134.

4 B Taylor et al. Autism and measles, mumps, and rubella vaccine: no epidemiological evidence for a causal association. Lancet 1999 353: 2026-2029.

5 AJ Wakefield et al. Ileal-lymphoid-nodular hyperplasia, non-specific colitis, and pervasive developmental disorder in children. Lancet 351: 637-641.

6 MR Kiln. Autism, inflammatory bowel disease, and MMR vaccine. Lancet 1998 351:1358.


http://212.169.42.7/newgenClibPlus/ASP/ ... searchfor_
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RESUMEN


Antecedentes
El debate público acerca de la seguridad de la vacuna trivalente para sarampión, parotiditis y rubéola (SPR) y la disminución resultante en las tasas de vacunación en varios países, persiste a pesar de su uso casi universal y efectividad aceptada.

Objetivos
Se realizó una revisión sistemática para evaluar las pruebas de efectividad y los efectos no buscados asociados con la SPR.

Estrategia de búsqueda
Se realizaron búsquedas en el Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials - CENTRAL) (The Cochrane Library Número 4, 2004), MEDLINE (1966 a diciembre de 2004), EMBASE (1974 a diciembre de 2004), Biological Abstracts (1985 a diciembre de 2004) y Science Citation Index (1980 a diciembre de 2004). También se utilizaron los resultados de las revisiones, las búsquedas manuales y las consultas a los fabricantes y autores.

Criterios de selección
Los estudios elegibles eran ensayos comparativos prospectivos o retrospectivos que evaluaron los efectos de la SPR comparados con placebo, ninguna intervención o una combinación de antígenos de sarampión, parotiditis y rubéola en individuos sanos de hasta 15 años de edad. Estos estudios se realizaron o publicaron en 2004.

Recopilación y análisis de datos
Se identificaron 139 artículos que posiblemente cumplían con los criterios de inclusión y 31 se incluyeron en la revisión.

Resultados principales
La SPR fue asociada con una incidencia inferior de infecciones de las vías respiratorias superiores, una mayor incidencia de irritabilidad, y una incidencia similar de otros efectos adversos en comparación con el placebo. La vacuna tenía probabilidades de estar asociada con púrpura trombocitopénica benigna, parotitis, afección en extremidades y articulaciones, convulsiones febriles dentro de las 2 semanas de vacunación y meningitis aséptica (parotiditis) (SPR con la cepa Urabe). Era poco probable que la exposición a SPR estuviera asociada con la enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa, autismo o meningitis aséptica (parotiditis) (SPR con la cepa Jeryl-Lynn). No se pudieron identificar estudios que evaluaran la efectividad de la SPR y cumplieran con los criterios de inclusión aunque se demostró ampliamente el impacto de la inmunización masiva sobre la eliminación de las enfermedades.

Conclusiones de los autores
El diseño e informe de las medidas de resultado de seguridad en los estudios de la vacuna SPR, antes y después de la comercialización, son en su mayoría inadecuados. Las pruebas de los eventos adversos después de la inmunización con SPR no pueden ser separadas de su función en la prevención de las enfermedades evaluadas.

Esta revisión debería citarse como:
Demicheli V, Jefferson T, Rivetti A, Price D Vacunas para sarampión, parotiditis y rubéola en niños (Revisión Cochrane traducida). En: La Biblioteca Cochrane Plus, 2007 Número 2. Oxford: Update Software Lt

http://212.169.42.7/newgenClibPlus/ASP/ ... searchfor_
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sobre el thimerosal:

Methylmercury está ampliamente difundido en el ambiente
La exposición a humanos es común en el consumo de alimentos marinos
Se sabe que expuesto a altos niveles es neurotóxico en fetos en desarrollo.
Las Agencias del Gobierno han establecido los límites de exposición del methylmercury basadas en extrapolaciones de niveles de exposición conocidos como tóxicos


¿Porqué fué retirado Thimerosal de las vacunas infantiles en los Estados Unidos?

“…la eliminación del mercurio en las vacunas se consideró como un medio factible para reducir la exposición total al mercurio de los infantes en un mundo donde otras fuentes ambientales de exposición son más difíciles o imposibles de eliminar (ej. ciertas comidas)
MMWR, 14 de Julio, 2000



¿que es lo que la ciencia muestra?

Diferencias significativas entre síntomas clínicos de envenenamiento por mercurio y autismo.
Estudios ecológicos: El autismo no decrece cuando el thimerosal es retirado de las vacunasEstudios epidemiológicos: Estudios bien diseñados demuestran falta de asociación entre la exposición al thimerosal por vacunas y el autismo
Estudios Bioquímicos y modelos animales son interesantes pero desinformativos.


en la misma fuente viene un grafico de la evolución del autismo en dinamarca tras la eliminación del thimerosal de las vacunas, y el aumento de casos en todas las edades sigues siendo exponencial a partir de la eliminación.

asi mismo viene una grafica de los casos de autismo diagnosticados en california por trimestres despues de 2002 (ya sin thimerosal en las vacunas) y entre los niñso de 3 a 5 años, se pasó de menos de 4000 casos por trimestre en 2002 a 5500 en 2005 por trimestre. en niños mayores el incremento de casos es aun mas evidente.

las conclusiones de este documento son las siguientes:

“Los riesgos de padecimiento severo por infección de influenza son elevados entre niños y madres embarazadas, y ambos grupos se benefician de la vacunación al prevenir padecimientos y muerte por influenza. En contraste, no existe evidencia científica concluyente del daño por exposición a vacunas conteniendo al Thimerosal, mientras que sí se está acumulando la evidencia de ausencia de daño por la exposición de tales vacunas.
Por tanto, los beneficios de la vacuna contra influenza sobrepasan los riesgos teóricos, si los hay, de exposición al thimerosal a través de la vacunación.
”Nos importan los niños, por eso los queremos vacunados
La ciencia no sostiene una relación entre thimerosal y autismo
La OMS continúa recomendado el uso de vacunas conteniendo thimerosal porque los beneficios sobrepasan a los riesgos, que se mantienen como teóricos







fuente: departamenteo de salud y servicios sociales del gobierno de los eeuu


por tanto, no se lo que dirá la justicia, pero parece que la ciencia lo tiene claro.

como ves no faltan estudios. lo qeu estan buscando esos padres es un estudio que les de la razón. porque estudios que evidencian que no la tienen los hay. y abundantes.

http://www.minsa.gob.pe/portal/03Estrat ... les/01ESN-



y por lo qeu parece, la deci´sión de retirar el thimerosal de las vacunas provocó una escasez de vacunas en eeuu durante unos años. espero qeu ninguno de los padres qeu no pudo vacunar a su hijo por este motivo, y el niño enfermó gravemente decidan demandar al gobierno de eeuu por tomar una decisión apresurada y sin fundamento cientifico:

La FDA no debe generar otra escasez de vacunas
22/10/2004
Arthur E. Foulkes, Nicolas Heidorn
Investor’s Business Daily



Un nuevo espectro persigue al cuidado de la salud estadounidense: una potencial escasez de las vacunas para la infancia y otras vitales para la vida. En años recientes, los suministros de vacunas se han vuelto una progresiva preocupación para los funcionarios de la salud de los Estados Unidos, los médicos y los padres. De 2000 a 2003, los Estados Unidos padecieron una severa escasez de vacunas infantiles. Cuarenta y nueve estados se vieron obligados a implementar programas de racionamiento de las comunes, pero importantes, vacunas para las paperas, el sarampión y la rubeola. En total, unas estimadas ocho de cada once vacunas para enfermedades prevenibles no estaban siendo producidas en cantidades suficientes como para inmunizar a los niños estadounidenses.

Los funcionarios electos estaban acertadamente preocupados de que la escasez hubiera provocado una crisis de la salud pública y de que hubiese habido incluso un brote de las enfermedades infantiles tradicionales. En 2001, el diputado Peter DeFazio del estado de Oregon introdujo una legislación que le hubiese permitido al gobierno declarar una “emergencia de la salud pública” en base a los faltantes de vacunas y así incautar las vacunas de los laboratorios farmacéuticos. DeFazio aseveró que había quedado claro que “un sistema manipulado por el mercado para distribuir vacunas no funciona cuando existe una escasez o un brote.”

DeFazio estaba en lo correcto al enfatizar los riesgos de una escasez de vacunas, pero se equivocaba al inculpar por ello al mercado libre. Irónicamente, la propia intervención gubernamental encendió la repentina escasez. La Administración de Alimentos y Fármacos de los Estados Unidos (FDA son sus siglas en inglés), la cual innecesariamente inhibió la oferta de vacunas, estaba en el corazón del problema.

Un error fue la apresurada decisión de la FDA en 1999 de prohibir toda utilización de timerosal en las vacunas para niños. El timerosal es necesario para preservar a las vacunas y había sido empleado en los Estados Unidos (y alrededor del mundo) durante décadas. Pese a que ningún estudio ha encontrado nunca efectos nocivos asociados con el timerosal, la FDA decidió prohibir la sustancia debido a que la misma contiene rastros de elementos de mercurio etílico. La Academia Estadounidenses de Pediatría (AAP sos sus siglas en inglés) apoyó con dudas la prohibición, a condición de que la misma no redujera el número de vacunaciones infantiles—un peligro al que la AAP la daba más importancia que a cualquier desconocido riesgo potencial de timerosal.

Los efectos de estas nuevas exigencias fueron demasiado drásticos para muchas compañías farmacéuticas. Aventis Pasteur tuvo que modificar la fabricación de DTaP, de las vacunas contra la difteria, el tétanos, y la tos ferina (coqueluche) suministrada básicamente a los bebes, pasando de producir ampolletas para múltiples dosis a fabricar ampolletas de una sola aplicación a efectos de eliminar el timerosal, pero manteniendo la vida útil de la vacuna. El nuevo requisito le costó a Aventis dos años de esfuerzos en nuevos desarrollos, pero también disminuyó la capacidad de producción de vacunas de la empresa en un 25 por ciento. Otro productor farmacéutico, Wyeth, fue incapaz de cumplir con los requerimientos respecto del timerosal, lo que contribuyó a su decisión de frenar toda producción de DTaP.

Incluso la decisión de una sola compañía de frenar la fabricación de una vacuna en particular puede iniciar una crisis. La salida de Wyeth del mercado de la DTaP tuvo enormes repercusiones porque la empresa producía un tercio del suministro de DTaP de la nación. Ese caso no sería una excepción. Existen solamente cuatro compañías farmacéuticas que ofrecen casi todas las vacunas para la niñez utilizadas en los Estados Unidos—Merck (EE.UU.), Wyeth Pharmaceuticals (EE.UU.), Aventis Pasteur (Francia), y GlaxoSmithKline (GB).

Con tan pocas compañías produciendo vacunas, los Estados Unidos son altamente susceptibles de padecer rápidos faltantes de las mismas al igual que bruscas estampidas en sus precios. En lugar de alentar a nuevas empresas para que ingresen al mercado de las vacunas, el costoso y prolongado proceso de aprobación de la FDA—así como también sus complicadas regulaciones para la elaboración—desalientan a las nuevas compañías para producir vacunas y pueden aún disminuir adicionalmente el número total de productores de vacunas.

Apenas unos cien años atrás, más de uno de cada diez niños estadounidenses moría de enfermedades que eran prevenibles con una vacuna. Desde la introducción de las vacunas, la incidencia de estas enfermedades ha caído un 99 por ciento. Bajo la presente legislación, la FDA es responsable de asegurar que estas vacunas sean eficaces y seguras, pero la FDA posee una idéntica responsabilidad de asegurar que no va a obstruir la capacidad del mercado para distribuir las vacunas suficientes para proteger a cada niño estadounidense que las precise. Desgraciadamente, no existe inoculación alguna para prevenir los efectos nocivos de una agencia gubernamental que no desea cumplir con el juramento hipocrático.
Traducido por Gabriel Gasave

http://www.elindependent.org/articulos/ ... sp?id=1374

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por solecilla
#154250 FIABILIDAD VACUNA ANTINEUMOCOCICA

se ha puesto en duda la fibilidad del prevenar. la realidad es qeu no cubre todos los posibles serotipos de neumococo en nuestro medio. y qeu deja sin cubrir algunos de los qeu son frecuentes en la unión europea. pero proteje perfectamente frente a muchos de los posibles serotipos de la enfermedad, pro tanto en lo que se amplia el numero de serotipos vacunables, lo mejor qeu podemos hacer es vacunarnos de los qeu hay.

no vacunarse por esta razón seria como no vacunarse del la hepatitis b porque no hay vacuna para la hepatitis c.


La OMS se posiciona favorablemente sobre la vacuna antineumocócica conjugada


Asi se recoge en el Weekly Epidemiological Record (nº12, 2007, 82, 93-104).



Con fecha 23/03/07, el Grupo Estratégico Consultivo de Expertos (SAGE), de vacunaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha emitido un informe sobre la vacuna antineumocócica conjugada de aplicación en niños pequeños, que se recoge en el Weekly Epidemiological Record (nº12, 2007, 82, 93-104). En el citado informe se reconoce que:



1) las enfermedades provocadas por S. pneumoniae (neumococo) constituyen un problema de salud pública en todo el mundo;
2) que las formas invasoras que se dan por debajo de los 2 años son las más graves;
3) que en 2005, la OMS calcula que 1,6 millones de personas murieron como consecuencia de infecciones neumocócicas y que de éstas entre 700.000 y 1 millón eran niños menores de 5 años, de los cuales la mayor parte vivían en países en desarrollo; 4) que en los países desarrollados los niños menores de 2 años y los mayores de 60 años son los que soportan la mayor morbi-mortalidad por infección neumocócica; 5) que la vacuna antineumocócica conjugada 7 valente es inmunógena, segura y bien tolerada y que protege contra el 90% de las formas invasoras de los serotipos incluidos en la misma; 6) que esta vacuna ya está incluida en los calendarios vacunales de más de 10 países desarrollados; y 7) que la OMS considera la introducción de esta vacuna como prioritaria en los países desarrollados y como fuertemente prioritaria en los países en desarrollo.



Todas estas numerosas y aplastantes razones a favor de incluir esta vacuna en los calendarios vacunales de todos los países, vienen a corroborar que la defensa que desde hace años viene haciendo la Asociación Española de Pediatría (AEP) a través de su Comité Asesor de Vacunas (CAV) era una recomendación basada en criterios epidemiológicos y clínicos del máximo rigor científico.


La AEP ha tenido que soportar críticas por su postura clara y decidida de incluir la vacuna antineumocócica conjugada en el calendario vacunal. Éstas han venido del Ministerio de Sanidad y Consumo, de algunas Consejerías de Sanidad, de algún medio de comunicación sanitario y lo que es más grave, de algún representante escasamente documentado, de un colectivo que nos merece todo nuestro respecto y admiración como son los Pediatras de Atención Primaria, pero que necesitan urgentemente un liderazgo más cualificado.



Las recomendaciones de la AEP sólo han sido escuchadas, hasta ahora, por la C.A. de Madrid, la cual ha incorporado la referida vacuna a su calendario. La decisión de la Consejería de Sanidad de Madrid, no fue fácil pero tras evaluar los argumentos científicos que se les plantearon tuvieron la determinación y el coraje de dar un paso decisivo y poner a la C.A. de Madrid a la cabeza del mejor calendario vacunal infantil del mundo desarrollado. Curiosamente por tomar esta medida, fueron tachados de insolidarios.



La AEP se siente reconfortada delante de la sociedad española, al recibir este espaldarazo de un organismo como la OMS, cuya autoridad espero que nadie ponga en duda.


Nos dirigimos de nuevo a todas las autoridades sanitarias de España, para prestar la máxima colaboración entre las Sociedades Científicas y los responsables de la política sanitaria. Con frecuencia para no incluir una vacuna con cargo al Sistema Nacional de Salud, se buscan argumentos que tratan de desacreditarla. Esto es una grave irresponsabilidad, ya que puede influir negativamente en la magnífica cultura vacunal de la que gozamos en nuestro país. Puede ser discutible e incluso admisible que se opte por dedicar recursos a otras actividades, porque se consideren más prioritarias, pero no es razonable descartar la aplicación de medidas preventivas tan seguras, eficaces y rentables como las vacunas, tratando de desprestigiarlas, porque después ocurre que viene la OMS y emite un informe.







Prof. Alfonso Delgado Rubio.

Catedrático de Pediatría y Puericultura
de la Universidad de País Vasco.

Presidente de la Asociación Española de Pediatría.

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por solecilla
#154258 RELACIONAN LA VACUNACIÓN CONTRA LA HEPATITIS B CON LA ESCLEROSIS MULTIPLE.


he estado echando un vistazo a la web "oficial" de los contrarios al sistema de vacunas existente en el mundo. y me he encontrado con que entre otras cosas (algunas de ellas tan ridiculas que ni siquiera merece la pena rebatir) que recientemente se ha relacionado la vacunación contral la hepatitis b y la aparición de esclerosis multiple.

he realizado una busqueda de los estudios llevados a cabo, y estos contradicen esta información:


Hepatitis B vaccination and the risk of multiple sclerosis.Ascherio A, Zhang SM, Hernán MA, Olek MJ, Coplan PM, Brodovicz K, Walker AM.
Department of Epidemiology, Harvard School of Public Health, Boston, MA 02115, USA. alberto.ascherio@channing.harvard.edu

BACKGROUND: Reports of multiple sclerosis developing after hepatitis B vaccination have led to the concern that this vaccine might be a cause of multiple sclerosis in previously healthy subjects. METHODS: We conducted a nested case-control study in two large cohorts of nurses in the United States, those in the Nurses' Health Study (which has followed 121,700 women since 1976) and those in the Nurses' Health Study II (which has followed 116,671 women since 1989). For each woman with multiple sclerosis, we selected as controls five healthy women and one woman with breast cancer. Information about hepatitis B vaccination was obtained by means of a mailed questionnaire and was confirmed by means of vaccination certificates. The analyses included 192 women with multiple sclerosis and 645 matched controls and were conducted with the use of conditional logistic regression. RESULTS: The multivariate relative risk of multiple sclerosis associated with exposure to the hepatitis B vaccine at any time before the onset of the disease was 0.9 (95 percent confidence interval, 0.5 to 1.6). The relative risk associated with hepatitis B vaccination within two years before the onset of the disease was 0.7 (95 percent confidence interval, 0.3 to 1.8). The results were similar in analyses restricted to women with multiple sclerosis that began after the introduction of the recombinant hepatitis B vaccine. There was also no association between the number of doses of vaccine received and the risk of multiple sclerosis. CONCLUSIONS: These results indicate no association between hepatitis B vaccination and the development of multiple sclerosis.

PMID: 11172163 [PubMed - indexed for MEDLINE]



es un estudio en dos fases: la priemra a partir de 1979 y la segunda desde 1989. en total practicamente se estudió a 300.000 mujeres (enfermeras) en un estudio de casos-controles, para analizar la relación de la aparición de esclerosis multiple y la relación con la vacunación contra la hepatitis b.

no os aburriré con el analisis estadistico: la conclusión es que NO HAY NINGUNA ASOCIACIÓN ENTRE LA VACUNACIÓN DE LA HEPATITIS B Y LA APARICIÓN DE ESCLEROSIS MULTIPLE.

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por solecilla
#154659 PANENCEFALITIS Y VACUNACIÓN ANTISARAMPIONOSA: FUENTE OMS (INPanencefalitis esclerosante subaguda y vacunación antisarampionosa

El Comité examinó la epidemiología de la panencefalitis esclerosante subaguda (PES) y la supuesta relación entre la inmunización antisarampionosa y la aparición de PES. Las deliberaciones contaron con la valiosa ayuda de un informe que presentaron expertos de la Health Protection Agency (HPA) del Reino Unido. En la reunión participaron también expertos de la División de Enfermedades Víricas y Rickettsiales, del Centro Nacional de Enfermedades Infecciosas de los CDC, que hicieron suyas las conclusiones y recomendaciones generales de los expertos de la HPA. Se proporcionaron pruebas de que la incidencia real de la PES es de unos 4-11 casos por 100 000 casos de sarampión, aunque cuando éste se adquiere a edad muy temprana el riesgo puede ser mayor (18 por 100 000 casos). Se ha citado un riesgo de nada menos que 27,9 casos de PES por 100 000 casos de sarampión. En países con buen control del sarampión se ha observado una edad cada vez mayor en la aparición de PES, atribuible a casos que adquirieron la infección sarampionosa cuando la enfermedad era más prevalente.

Los datos epidemiológicos disponibles son compatibles con un efecto protector directo de la vacuna contra la PES mediado por la prevención del sarampión. En países en los que el sarampión está bien controlado mediante vacunas, se observa una disminución de los casos de PES a los pocos años de disminuir la incidencia del sarampión. Sin embargo, habida cuenta de la latencia de la PES después de la infección natural por sarampión, pasarían al menos cinco años antes de observarse efectos en la incidencia de la PES, y más de diez años para una disminución importante. Incluso si se elimina el sarampión, pueden producirse casos de PES 20 a 30 años después de los últimos casos de sarampión debido a la asimetría de la distribución de la latencia. Se ha observado una reaparición de casos de PES después de brotes de sarampión tras un periodo de control adecuado de éste. Los datos epidemiológicos disponibles, concordantes con los de identificación de genotipos víricos, no sugieren que el virus de la vacuna antisarampionosa pueda provocar PES. Los datos epidemiológicos tampoco sugieren que la administración de vacuna antisarampionosa pueda acelerar el curso de la PES o desencadenarla en una persona que habría manifestado la enfermedad más adelante en ausencia de inmunización. Tampoco puede la vacuna llevar a la aparición de PES cuando ésta no se hubiera presentado de otro modo en una persona que ya tiene una infección sarampionosa salvaje persistente benigna en el momento de la vacunación.

Respecto de las situaciones en las que se produce PES en personas vacunadas que no tienen antecedentes de infección natural por sarampión, los datos disponibles señalan esta infección como causa de la PES, y no la vacuna.






FORME 2006)

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