El cólico del lactante


 

Imagen: Flick/sean dreilinger

El cólico del lactante es un trastorno sin causa determinada, que padecen algunos bebés. Se suele manifestar hasta el tercer mes de vida, con llanto y agitación a última hora de la tarde. Estos llantos suelen alargarse hasta la hora de ir a la cama y muchas veces, los pequeños acaban durmiéndose agotados, después de llorar durante más de dos horas. Por todo ello es uno de los problemas que más preocupa a los padres.

El famoso cólico también está muy relacionado con el sueño, concretamente, con la falta de descanso diurno, por eso le dedicamos un artículo en dormir sin llorar.

La noción del cólico se ha propagado tanto, que cualquier estado de inquietud o llanto del bebé se le atribuye, puesto que nadie sabe definir a ciencia cierta lo que es.

En algunas ocasiones, bajo síntomas de cólico se esconden otras alteraciones, como molestias digestivas, reflujo o intolerancia a la lactosa, que merece la pena descartar con una visita al pediatra.

No hay un tratamiento específico para esta dolencia, y cada vez son más los autores que coinciden en afirmar que no existe: El bebé llora por una causa que no tiene porque ser digestiva exclusivamente.
El malestar del bebé puede derivar del cansancio del día, ya que su sistema nervioso es inmaduro y se sobrecarga con facilidad. El bebé se estresa, llora, traga aire (gases) que le provocan más llanto. Este es el ciclo del cólico. Los gases son la consecuencia y no la causa del malestar.

El famoso cólico del lactante es, en realidad, el resultado de un bebé estresado e hiperestimulado, que necesita los estímulos que recibía de su madre, antes de nacer, para recuperar la tranquilidad.

Qué se puede hacer para evitar los cólicos:

1- Intentar que descanse durante el día, no consentir que nadie interrumpa su sueño, siempre que sea posible. No despertarle ni para comer, si el bebé está creciendo bien y no hay problemas con esto.

2- Facilitarle sus momentos de siesta, poner todos los medios para que descanse después de cada toma. Si no se duerme con luz, facilitarle el ambiente adecuado, mecerle si lo necesita, la prioridad es que tenga su tiempo de descanso.

3-Contacto frecuente: en fular o en portabebés para tener las manos libres y poder llevarle durante periodos más largos. Así, además, conseguirás que el bebé se encuentre en movimiento constante de una forma muy parecida a la que tenía antes de nacer. Parece ser que en algunas culturas donde se llevan a los bebés todo el día a cuestas, no existen los cólicos, ni los bebés lloran …curioso, ¿verdad? Como verás, este es un buen motivo para no privarte del placer de tener a tu peque en brazos todo el rato que quieras.

4- Alimentación casi constante: lactancia materna a demanda, sin horarios. Las pautas de alimentación con lactancia artificial también son a demanda. La succión del pecho, del biberón e incluso del chupete es otro elemento que puede ayudar a combatir la presencia de cólicos.

¿Cómo calmar a un bebé en pleno episodio de cólicos?

Con esta técnica de 5 pasos, tu bebé se sentirá de nuevo como cuando estaba en el útero y recobrará la tranquilidad.

Paso 1- envolver: para que se sientan contenidos como en la barriga y que no le estimulen más sus propios brazos moviéndose.

Paso 2- poner de lado: sobre tu antebrazo.

Paso 3- succión: puede ser el pecho o un chupete si no toma pecho.

Paso 4- mecerle

Paso 5- sisear: con un tono enérgico, el ruido del Shhhhhhhhhh le recordará al ruido que se oía en el útero.

Todo lo que le recuerde a su vida uterina le hará sentirse feliz y tranquilo. No olvidemos que un recién nacido de uno, dos o tres meses ha sido más tiempo feto que bebé.

Si aun poniendo en práctica esta técnica tu bebé no encuentra el consuelo, ir a una habitación completamente a oscuras para eliminar cualquier estímulo visual y espera pacientemente a que se tranquilice en tus brazos.
No le dejes llorar solo. El malestar que siente ese momento es claro. No sabe qué le ocurre y aunque no puedas evitar que llore, estás haciendo mucho por él si lo tienes en tus brazos mientras llega el alivio. Relájate, no es culpa tuya y su dolor no es fruto de tu inexperiencia. Mantén siempre la calma, se que el llanto prolongado de un bebé produce un intenso estrés. Si notas que la situación te sobrepasa, deja al bebé al cuidado de alguien y recupérate. Si no hay nadie disponible, es preferible dejarle en un lugar seguro durante unos instantes mientras recuperas fuerzas y paciencia.

En conclusión, el cólico del lactante es un trastorno que complica las tardes de muchos bebés de 0 a 3 meses de vida. Las causas no están claras, conviene descartar algún tipo de intolerancia digestiva con el pediatra.
Para evitar estos episodios es conveniente prestar atención a las necesidades de sueño diurno de los pequeños y poner todos los medios necesarios para que descansen durante el día. Cuando el bebé llora sin consuelo, se puede poner en práctica la técnica de los 5 pasos que le hacen recordar su periodo en el útero y les devuelve la paz. En el caso de que no funcionase y el llanto persistiese, puede ayudar estar en una habitación a oscuras para que cesen los estímulos y el pequeño pueda relajarse.
Un bebé con cólico es un reto para los padres, el llanto es muy intenso, por lo que es importante no encontrarse solo cuando suceda el episodio y no perder en ningún momento la paciencia.

Esperamos que este artículo te sea de ayuda, nos encantará que compartas tu experiencia o tus sugerencias en nuestro foro para padres o en nuestros comentarios.


 

Últimos mensajes en nuestro foro:

Envía tu pregunta

 

Te recomendamos:

[price_table id=»775″ ]


¿Te ha ayudado? Compártelo: