La lactancia materna ayuda a domir a los bebés


Frecuentes despertares, dificultad para conciliar el sueño, pocas horas de descanso, son algunas de las quejas más habituales de la mayoría de padres que tiene bebés. Y es que hasta un 30% de los lactantes tiene problemas para dormir de un tirón durante toda la noche, especialmente aquellos que toman el biberón. La solución a ello consiste amamantar el máximo tiempo posible a los pequeños.

Investigadores de la Universidad de Extremadura y de Baleares han puesto de manifiesto que la composición de la leche materna no es igual a lo largo del día.

Un estudio de las Universidades de Extremadura y de Baleares con la colaboración de unos laboratorios de alimentación infantil, han intentado reproducir estos patrones para conseguir la primera gama de leches infantiles que, como la leche materna, distingue el día de la noche.

Esta investigación, llevada a cabo por expertos de las dos Universidades, ha subrayado la relación que existe entre la leche que toman los bebés y su ciclo de sueño. Los resultados alcanzados concluyen que la leche materna presenta variaciones en la concentración de diversos nutrientes a lo largo de 24 horas, que ayudan al bebé a adquirir y consolidar el ciclo vigilia-sueño. Uno de estos nutrientes es el triptófano, aminoácido básico para consolidar el ritmo circadiano de vigilia-sueño, al ser precursor de la melatonina: hormona inductora del sueño.

Investigación

Expertos de las Universidades de Extremadura y Baleares han realizado una investigación clínica en la que se llevó a cabo un seguimiento a 23 lactantes (de lactancia artificial) durante 2 semanas. Durante una semana los lactantes fueron alimentados con el Plan Nutricional día/noche, fórmula de día desde las 06:00 h de la mañana hasta las 18:00 h de la tarde y fórmula de noche desde las 18:00 h de la tarde hasta las 06:00 h de la mañana). Durante otra semana, los lactantes fueron alimentados con una fórmula estándar de composición constante durante todo el día, equivalente a las leches infantiles que existen en el mercado.

Los resultados fueron concluyentes: durante la semana en que los lactantes fueron alimentados con la fórmula de día y la fórmula de noche, se observó un incremento en las horas y la eficiencia del sueño y una disminución de los despertares nocturnos consolidando el ritmo vigilia-sueño. Así, el tiempo que los bebés necesitaban para dormirse se reducía en un 32%, y el número de despertares nocturnos en un 13%. Por otro lado, las horas y la eficiencia del sueño aumentaban en un 16% y en un 7% respectivamente y, además, al terminar el estudio un 78% de los padres pensaba que el niño dormía mejor.

Asimismo, el estudio también señala que los bebés alimentados con leches artificiales presentan intervalos de actividad-inactividad más irregulares, ya que su composición y por tanto su concentración de nutrientes es constante a
o largo del día.

Este nuevo estudio no deja lugar a dudas,

la lactancia materna no solo NO es la culpable de las malas noches si no que ayuda a establecer unos buenos ciclos día-noche en los lactantes.

Hasta el punto que las leches artificiales están empezando a añadir este componente que lleva la leche materna a las de fórmula para intentar imitarla, aunque como ya sabemos la leche materna es inimitable. Si das el pecho, rechaza imitaciones.


 
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