La importancia de las siestas


Para lograr que un niño descanse durante el día hay que estar muy atentos a las muestras de cansancio y hacer una rutina de pre-siesta, con una serie de actividades relajantes (siempre las mismas) que le anuncien que es la hora de la siesta. Por ej. después de la comida música relajante o un pequeño masaje…)
Si ves que no duerme casi nada por el día, intenta echarlo a las horas que veas que suele estar cansado y ayúdale , si es necesario, a dormirse. Eso sí, no conviene que se eche siestas muy largas seguidas, entre dos y tres siestas está bien.

El modelo del Dr. Weissbluth anima a atender las necesidades de su bebé y responder a ellas, evitando así la lagrimas y reforzando los lazos padres-hijo.

El Dr. Marc Weissbluth opina que los padres pueden ayudan a niños a evitar problemas a largo plazo del sueño prestando la atención a las necesidades infantiles del sueño.

El plan requiere a los padres observar los ciclos naturales del sueño del bebé para después ayudarle a conseguirlo. El Dr. Weissbluth aboga por las siestas y irse a la cama temprano, opina que los bebés que se mantienen despiertos hasta tarde para acomodar al horario de los padres terminan pagando un precio debido a la privación a largo plazo del sueño.

Qué hay que hacer

Buscar ese estado soñoliento donde tu bebé demuestra menos movimiento y sus ojos no están alerta y brillante, baja su actividad, bosteza…. Si no lo descubres a tiempo el bebé puede agotarse mucho, y será más difícil lograr dormirlo. Durante unos días puedes apuntar sus horarios y las horas a las que suele mostrar señales de sueño (bostezar, frotarse los ojos, quedarse ensimismado…)
Reduce el estímulo, la luz, el ruido y la actividad.

Calma al bebé para dormir: Susurrarle, mecerle, cantarle… La mayoría de los bebés necesitan solamente uno de éstos, y muchos inmediatamente pueden relajarse.. Sin embargo, un bebé sobrestimulado o con cólico puede requerir un esfuerzo más largo y más técnicas.

Se constante con tiempos de la siesta y rutinas de antes de ir a dormir. No interrumpas el sueño para alimentarlo o jugar con el , y intenta en lo posible no mantenerle levantado para adaptarlo a tu horario.

Extraído del libro del Dr. Marc Weissbluth, autor de «Saludables
Hábitos de Dormir, Niños Felices» (edición Americana)


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